El proyecto Bai-Oká apuesta por la integración de las personas con discapacidad a través del baile

El proyecto Bai-Oká apuesta por el baile como una forma de integración social y de normalización de la discapacidad entre la ciudadanía de Güímar a través del baile y en clases de distintos ritmos latinos, en los que jóvenes y niños con Síndrome de Down o parálisis cerebral aprenden los junto a otros vecinos. La iniciativa cuenta con el respaldo de las concejalías de Participación Ciudadana y Servicios Sociales y se imparte en el centro de mayores de Fátima y en la Asociación Cultural Inmobad, donde se atiende a un grupo infantil y a otro adulto.

La monitora del proyecto, Inma Bethencourt, destaca que “hemos visto los resultados en pocas semanas, porque  aumenta su autoestima, concentración y armonía, con una mejoría notable en sus aptitudes físicas y psicológicas, pero lo más importante es que estos alumnos se sienten que forman parte de un grupo, en el que el resto de participantes, que no tienen discapacidad, les apoyan y animan”.

Bai-Oká apuesta también por la integración generacional, para que todos, familias, niños, adultos, se diviertan juntos. En dos grupos, atiende a niños desde los 4 años hasta personas de 74. Dentro de estos grupos, que suman un centenar de participantes, hay cinco jóvenes con algún tipo de discapacidad y que, “gracias al baile, dejan de sentirse diferentes. Aquí todos son iguales y, aunque ellos han de hacer un esfuerzo mayor, sus limitaciones pasan a un segundo plano cuando bailan con sus compañeros”, explica Bethencourt.

El concejal de Participación Ciudadana, Domingo del Rosario, explica que este curso se incluye en el marco de los talleres en los barrios y que cuenta con una gran acogida. “Es llamativo ver la mejoría de muchos de estos jóvenes, en sus relaciones con los demás, en su situación física e, incluso, en la parte emocional”.

El edil de Servicios Sociales, Juan Delgado, destaca que los jóvenes han participado en diversas iniciativas, como la reciente Gala de la Reina de la Tercera Edad de Fátima, y que “nadie se fija en que tienen una discapacidad, son uno más del grupo”. De hecho, bailarines de Bai-Oká han recorrido escenarios por toda la Isla acompañando a cantantes de boleros.

Comentarios