El pasado jueves, 7 de septiembre, a las 06:00 de la mañana, tenía lugar la tradicional Bajada de Nuestra Señora del Socorro, con la ‘Misa de peregrinos’ en San Pedro Apóstol, cantada por el coro parroquial, siendo presidida por el Reverendo D. Bernardo Álvarez Afonso, Obispo de dicha Diócesis. Tras ella, abriéndose de par en par las puertas de la iglesia, y ante la expectación de miles de peregrinos, daba lugar la procesión con la Sagrada Imagen hasta el caserío costero de El Socorro.
Entre fuegos artificiales, lágrimas y un inmenso olor a albahaca recibieron los devotos a la Sagrada Imagen en la plaza de San Pedro, para iniciar el camino junto a ella, un año más. Gente de todas las edades, niños, jóvenes y ancianos no se pierden esta cita anual que es esperada por todos como si de la noche de los Reyes Magos se tratara, en la que los nervios, la felicidad y los recuerdos de la infancia se agolpan para vivir un día único y especial donde los haya, un cúmulo de sentimientos que solo aquellos que viven la Bajada lo saben.
Durante el camino se ven parrandas poniendo sonido al andar, vecinos y vecinas abriendo sus puertas con absoluta amabilidad brindando alimento para que la comitiva pueda reponer fuerzas para seguir el sendero, así como los más atrevidos bailan al son del compás.
También los hay quienes van directamente al pueblo costero para recibir a la Venerada Imagen a su entrada a la ermita, aproximadamente a las 12:00 horas, en la que los guanches le abren paso y hacen sonar el bucio para anunciar su llegada. Un momento en el que el Caserío de El Socorro cobra vida de una especial manera, sintiendo el ambiente festivo en cada esquina.
A la tarde, a las 19:00, tuvo lugar el traslado de la Imagen a la Cruz de tea para celebrar la ‘Ceremonia de los guanches’, basado en el relato sobre la aparición de la Virgen en la playa de Chimisay, Güímar, descrito por fray Alonso de Espinosa en 1594, y, a la finalización de la misma, tenía lugar la procesión de regreso a la ermita.
Pero es al día siguiente, 8 de septiembre, cuando la Virgen del Socorro vuelve a la parroquia de San Pedro Apóstol. Una Subida que también atrae a miles de personas y que no deja indiferente a nadie.
Durante el trascurso de la misma cobran especial protagonismo el descanso que se realiza en la zona de La Tahona, para limpiar el rostro de Nuestra Señora del Socorro, teniendo el honor este año Dña. Celia Tomasa Pérez González, un momento emotivo esperado por todos, así como también el tradicional juego de ‘pares o nones’, no faltando muestras de fervor de los peregrinos en cada paso dado en el recorrido hasta su llegada a San Pedro, recibida con fuegos artificiales entre vítores y a ritmo de tajaraste, aportado por la Danza de cintas, todos con el deseo de volver a acompañarla el próximo año.
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