Tras proceder a su inauguración el pasado lunes, día 8, por los organizadores, así como autoridades locales, durante tres jornadas se procedía a realizar diversas actividades como meditación guiada, sonoterapia con cuencos tibetanos, así como una sesión de Kum Nye-Yoga tibetano, siendo complementadas con un mercadillo de artesanía tibetana alrededor de la propia plaza, así como una exposición de fotografías inéditas de esta cultura, aunque, si algo cabe destacar, es la creación del laborioso y complejo mandala de arena de colores, realizado por cinco monjes tibetanos del monasterio de Sera Ye, en el sur de la India, que se encuentran en Tenerife de gira benéfica.
Estas jornadas finalizaban precisamente con la disolución del mandala de arena, una de las expresiones más originales y refinadas de la tradición artística del budismo tántrico tibetano y siendo en este municipio referente al ‘Buda de la Medicina’, en la fuente ‘El Jordán de Tenerife’, la cual preside la plaza del Ayuntamiento y que congregaba a un gran número de güimareros y tinerfeños.
Desde la entidad organizadora, Ghe Pel Ling Canarias – Centro de Estudios de Budismo Tibetano Mahayana, y en extensión los monjes presentes, han querido aprovechar para agradecer al Excmo. Ayuntamiento de Güímar, y al municipio en sí, por la gran acogida que han tenido en estas jornadas, queriendo también extender su agradecimiento a la Casona Santo Domingo, así como la cafetería homónima, por brindarles cuanto necesitaron en todo momento.
Desde el Excmo. Ayuntamiento de Güímar, especialmente desde su Alcaldía, con Carmen Luisa Castro al frente, y desde su área de Cultura, dirigida por David Román Escobar, se aprovecha una vez más para «agradecer a la organización el hecho de hacer partícipe a Güímar en estas especiales jornadas, que si bien también se acogen en los municipios de Adeje y La Orotava, han sido inauguradas en esta localidad, con todo lo que ello conlleva». Asimismo, se quiere poner en valor también el «gran cariño otorgado a cuantas personas formaron parte de ellas, bien participando en las actividades, bien comprando en el mercadillo o mediante donativos, cabiendo recordar «que con estas jornadas se colaboraba con un fin social, ya que todo el dinero recaudado con la venta de artesanía, así como los donativos que se recibieron, han sido destinados a los monjes tibetanos refugiados en la India y su monasterio».
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